Cuanto más encontremos algo, es menos probable que reaccionemos
La habituación es una disminución en la respuesta a un estímulo después de presentaciones repetidas. Por ejemplo, un sonido nuevo en su entorno, como un nuevo tono de llamada, inicialmente puede llamar su atención o incluso distraerse. Con el tiempo, a medida que te acostumbras a este sonido, prestas menos atención al ruido y tu respuesta al sonido disminuirá. Esta respuesta disminuida es habituación.
Ejemplos de habituación
La habituación es una de las formas de aprendizaje más simples y comunes. Permite a las personas desconectar los estímulos no esenciales y enfocarse en las cosas que realmente demandan atención.
Imagine que está en su patio trasero cuando escucha un fuerte ruido de golpes en el patio de su vecino. El sonido inusual atrae inmediatamente su atención, y se pregunta qué está pasando o qué podría estar haciendo el ruido. En los próximos días, el ruido de golpes continúa a un ritmo regular y constante. Eventualmente, simplemente desconectas el ruido.
No es solo el sonido el que nos impulsa a habituarnos. Otro ejemplo sería rociar con un poco de perfume en la mañana antes de irse a trabajar por la mañana. Después de un corto período de tiempo, ya no notará el olor de su perfume, pero los que lo rodean pueden notar el olor incluso después de que no lo haya notado. Esto es habituación también.
Las características de la habituación
Algunas de las características clave de la habituación incluyen:
- Duración: si el estímulo de habituación no se presenta durante un período de tiempo suficientemente largo antes de una reintroducción repentina, la respuesta volverá a aparecer a plena potencia, un fenómeno conocido como recuperación espontánea . Entonces, si el ruido fuerte de ese vecino ruidoso (del ejemplo anterior) se para y comienza, es menos probable que se habitúe a él.
- Frecuencia: cuanto más frecuentemente se presente un estímulo, más rápida será la habituación. Si usa ese mismo perfume todos los días, es más probable que deje de notarlo cada vez.
- Intensidad: los estímulos muy intensos tienden a dar lugar a una habituación más lenta. En algunos casos, como ruidos ensordecedores como una alarma de automóvil o una sirena, la habituación nunca ocurrirá (una alarma de automóvil no sería muy efectiva como alerta si las personas dejaran de notarlo después de unos minutos).
- Cambio: Cambiar la intensidad o la duración de la estimulación puede provocar la repetición de la respuesta original. Entonces, si el ruido de los golpes se hizo más fuerte con el tiempo o se detuvo abruptamente, es más probable que lo notara nuevamente.
Por qué se produce la habituación
La habituación es un ejemplo de aprendizaje no asociativo, es decir, no hay recompensa o castigo asociado con el estímulo. No estás experimentando dolor o placer como resultado de los ruidos de golpes de ese vecino. Entonces, ¿por qué lo experimentamos? Hay algunas teorías diferentes que buscan explicar por qué ocurre la habituación, incluyendo:
- La teoría de la habituación de un solo factor sugiere que la repetición constante de un estímulo cambia la eficacia de ese estímulo. Cuanto más lo escuchamos, menos nos damos cuenta. En cierto modo, no interesa a nuestros cerebros.
- La teoría de la habituación de dos factores sugiere que existen procesos neuronales subyacentes que regulan la capacidad de respuesta a diferentes estímulos. Entonces nuestros cerebros deciden por nosotros que no tenemos que preocuparnos por ese ruido de golpes porque tenemos cosas más apremiantes sobre las cuales enfocar nuestra atención.
> Fuentes:
> Domjan M. Los Principios de Aprendizaje y Comportamiento. 7ma ed. Wadsworth Publishing; 2014.
> Rankin CH, Abrams T, Barry RJ, et al. Revisión de la Habituación: Una Descripción Actualizada y Revisada de las Características de Comportamiento de la Habituación. Neurobiología del aprendizaje y la memoria . 2009; 92 (2): 135-138. doi: 10.1016 / j.nlm.2008.09.012.