6 Beneficios potenciales de tener ansiedad

Efectos positivos que la ansiedad puede crear

A menudo escuchamos sobre los aspectos negativos de la ansiedad, pero ¿podría haber alguna ventaja o beneficio que surja de vivir con ansiedad?

El sentimiento de ansiedad

La ansiedad es un sentimiento que a menudo se caracteriza por miedo intenso, preocupación y aprensión. Muchas personas que padecen ansiedad lo describen como una sensación de nerviosismo y temor que en el mejor de los casos puede distraer y consumir en el peor de los casos.

La ansiedad generalmente se experimenta en muchos niveles, afectando las emociones, llevando a sensaciones físicas incómodas y contribuyendo a pensamientos negativos.

Efectos positivos de la ansiedad

Estos síntomas de ansiedad son un problema común para las personas que han sido diagnosticadas con algún tipo de trastorno de ansiedad , incluido el trastorno de pánico. Como víctima de un trastorno de pánico, puede ser consciente de cómo la ansiedad puede obstaculizar su vida. Sin embargo, ¿alguna vez ha considerado algunos de los posibles efectos positivos que pueden venir con ansiedad?

Los científicos han aprendido que cierto grado de estrés o ansiedad no es necesariamente algo malo. El buen estrés, algo a lo que ahora nos referimos como eustress , nos mantiene motivados y entusiasmados con la vida. Parece que un cierto grado de ansiedad puede tener "revestimientos plateados" similares. Echemos un vistazo a lo que han estado aprendiendo.

Ansiedad como una señal de advertencia

La ansiedad puede ser solo la señal de advertencia que necesita para concientizar sobre su situación actual y hacer algunos cambios necesarios en su vida.

La preocupación y el nerviosismo recurrentes pueden ser una indicación de que algunas áreas de su vida están desviadas y necesitan un ajuste. Por ejemplo, puede descubrir que tiene una relación que ya no funciona, tal vez su trabajo esté causando una gran cantidad de estrés , o tal vez problemas financieros le hagan perder sueño y sentirse ansioso.

Sus síntomas pueden ser difíciles de manejar, pero explorar y lidiar con su ansiedad puede ser una oportunidad real para el crecimiento personal. La próxima vez que ocurra la ansiedad, considere qué mensaje tiene para usted y los posibles ajustes que puede necesitar hacer en su vida.

Ansiedad como Motivación

En lugar de considerarlo siempre un obstáculo, la ansiedad puede ayudarlo a sentirse más motivado y preparado ante los desafíos. La investigación ha demostrado que los estudiantes y atletas que experimentaron cierta ansiedad en realidad mostraron un mejor rendimiento en las pruebas o al participar en deportes competitivos. Del mismo modo, cierto grado de ansiedad en aquellos que tienen una buena memoria de trabajo en realidad puede mejorar el rendimiento en las pruebas cognitivas.

Considere maneras en que su ansiedad crea un incentivo para que tenga éxito en algunas áreas de su vida. Por ejemplo, tal vez su ansiedad lo ayude a poner un esfuerzo extra en tareas laborales o personales, causar una buena impresión o avanzar hacia sus objetivos. Al considerar su propia ansiedad, trate de pensar en formas en que pueda usarla para inspirar su crecimiento y auto superación.

Ansiedad como un sistema de advertencia incorporado

Aunque a veces parezca inútil, la ansiedad tiene un propósito .

Estos sentimientos y síntomas son parte de nuestra forma innata de lidiar con el estrés. Conocida como la respuesta de lucha o huida, la ansiedad está destinada a protegernos del peligro y nos permite reaccionar más rápido a las emergencias. Cuando se trataba de nuestros antepasados, la respuesta al estrés de lucha o huida preparaba a los humanos para atacar o huir de un peligro para la vida en el medio ambiente, como un peligroso animal o una condición climática. En los tiempos modernos, la ansiedad puede ser un síntoma que le ayuda a reaccionar rápidamente para evitar un accidente mientras conduce un automóvil o le impide ingresar a un lugar o circunstancia insegura. Un estudio encontrado en el Reino Unido

encontraron que los adolescentes que sufrían de ansiedad tenían menos accidentes y muertes accidentales en la adultez temprana que aquellos que no tenían ansiedad. En este sentido, la ansiedad puede ser una señal para ayudarlo a mantenerse a salvo.

Un rasgo de carácter positivo en la amistad

Las personas que han lidiado con la ansiedad pueden ser más empáticas y comprender los problemas que enfrentan los demás. Habiendo atravesado personalmente las luchas personales, puede ser más sensible, cariñoso y aceptándolo cuando los amigos y familiares se enfrentan a desafíos personales. Se ha demostrado que las personas con ansiedad están más preocupadas por cómo interactúan con los demás. ¿Has notado que a veces pareces ser ese amigo que alguien necesita?

La ansiedad como un plus en el liderazgo

Las personas con ansiedad también pueden ser expertos en roles de liderazgo, ya que toman cuidadosa consideración de la posibilidad de múltiples resultados. Por ejemplo, muchos enfermos de ansiedad son muy conscientes de lo que potencialmente puede salir mal, lo que los convierte en pensadores más prudentes, tomadores de decisiones cuidadosos y grandes solucionadores de problemas.

Línea de fondo

Aunque puede haber algunos beneficios potenciales para experimentar ansiedad, y vale la pena señalarlo a usted mismo, también puede convertirse en un obstáculo real para muchos aspectos de su vida. Su carrera, sus relaciones y sus aspiraciones personales pueden verse negativamente afectadas por su lucha contra la ansiedad.

Si la ansiedad le impide vivir la vida que desea, tal vez sea hora de obtener ayuda profesional. Su médico o terapeuta podrá determinar si sus síntomas cumplen con los criterios de un trastorno de ansiedad, como trastorno de pánico, trastorno de estrés postraumático (TEPT) o trastorno de ansiedad social (TAS). Además, ella podrá ayudar a crear un plan de tratamiento que pueda ayudarlo a enfrentar mejor su ansiedad.

Fuentes:

Lee, W., Wadsworth, M. y M. Hotopf. El papel protector de la ansiedad rasgo: un estudio de cohorte longitudinal. Medicina psicológicaM . 2006. 36 (3): 345-51.