Vínculo entre la inhibición de la conducta y la ansiedad social

La inhibición de la conducta en los niños puede ser un indicador de los trastornos de ansiedad

Las características de inhibición del comportamiento se usan para determinar el potencial de desarrollar ansiedad mediante el examen de comportamientos en niños como el miedo, la timidez o la abstinencia en situaciones y entornos nuevos o extraños.

Si bien la investigación sobre la inhibición del comportamiento y su confiabilidad para predecir la ansiedad más adelante en la vida todavía está en su infancia, los estudios completados hasta la fecha sugieren que este podría ser un indicador importante que podría permitir un tratamiento más temprano.

La ansiedad social puede ser una enfermedad mental abrumadora con graves efectos negativos. La identificación temprana y la intervención son importantes para mejorar la calidad de vida y prevenir otras enfermedades como la depresión .

Inicio de la ansiedad social

Si bien los científicos no han identificado la causa específica de los trastornos de ansiedad como el trastorno de ansiedad social (SAD), muchos creen que está relacionado con factores biológicos, psicológicos y sociales. Muchas personas experimentan ansiedad social severa durante años sin recibir un tratamiento adecuado, ya sea porque no buscan ayuda o porque no se les diagnostica correctamente. La ansiedad no tratada puede provocar depresión severa e incluso conductas suicidas, por lo que es importante obtener ayuda lo antes posible.

Para muchos, la ansiedad social comienza en la adolescencia y en la adultez temprana. Al identificar a las personas a una edad temprana y darles la oportunidad de opciones de tratamiento efectivas, se puede minimizar la gravedad de la ansiedad social.

La inhibición de la conducta es un aspecto importante de la infancia, ya que puede ser un indicador temprano de los trastornos de ansiedad y valioso para obtener un diagnóstico adecuado.

Inhibición conductual y ansiedad social

Un creciente cuerpo de investigación indica una conexión entre los estilos de personalidad de la infancia y el desarrollo de la ansiedad social más adelante en la vida.

La inhibición del comportamiento es un tipo de personalidad que muestra una tendencia a la angustia y el nerviosismo en situaciones nuevas. La inhibición del comportamiento en los niños incluye la timidez alrededor de personas desconocidas y el retiro de nuevos lugares.

La inhibición conductual temprana no es una garantía de desarrollar ansiedad más adelante. A medida que los niños crecen, muchos aprenden a responder a situaciones nuevas y a nuevas personas de una manera más racional. Sin embargo, otros continuarán mostrando comportamientos ansiosos a lo largo de sus vidas y hasta la edad adulta.

Algunas investigaciones han comenzado a examinar cómo disminuir la inhibición del comportamiento para minimizar la ansiedad social.

La limitada investigación disponible sugiere que la mejor manera de alentar a un niño a sentirse seguro y no ansioso es animarlo a ser independiente y darle la oportunidad de resolver problemas por sí mismo.

Esto puede construir una base sobre la cual el niño no necesita a los demás en situaciones sociales, disminuyendo las posibilidades de que la ansiedad social se desarrolle más adelante.

A través del estudio de la inhibición del comportamiento y la ansiedad social, los terapeutas pueden intervenir temprano para evitar que la ansiedad empeore hasta el punto de inhibir las actividades diarias.

Una palabra de

Si su hijo muestra inhibición del comportamiento, esto no es un signo de trastorno de ansiedad social. Sin embargo, es importante controlar el comportamiento de su hijo para ver si empeora. Como padre, asegúrese de darle a su hijo muchas oportunidades para resolver el problema antes de saltar al rescate.

A medida que crece la confianza de su hijo, puede notar que se reduce la inhibición del comportamiento.

Si la inhibición del comportamiento parece crecer en lugar de disminuir con el tiempo, puede ser útil hablar con su médico sobre el comportamiento de su hijo. En ese punto, puede analizar si se justifica una evaluación de la ansiedad y si la intervención podría ser adecuada. Recuerde que la intervención temprana es clave para controlar la ansiedad, por lo que no se desanime si a su hijo se le da un diagnóstico. Es mejor identificar un problema a una edad temprana antes de que se convierta en algo más inmanejable durante la adolescencia.

> Fuente:

> Chronis, -Tuscano, A., Degnan, K., Pine, D. et al. El informe estable de maternidad temprana de la inhibición del comportamiento predice el trastorno de ansiedad social de por vida en la adolescencia. Revista de la Academia Estadounidense de Psicología del Niño / Adolescente , 928-935, 2009.

> Svihra, M. Inhibición conductual: un predictor de ansiedad. Pediatric Children's Health , 547-550, 2004.