¿Qué es la anomofobia?

Comprender el miedo al aire

La anomofobia es una especie de término general que abarca una amplia variedad de fobias relacionadas con el aire. Algunas personas temen a corrientes de aire, otras a ráfagas de viento. Algunos temen tragar aire. La fobia puede ser leve o grave y a menudo limita la vida.

Tiempo Fobias

La anomofobia a menudo, aunque no siempre, está relacionada con otras fobias basadas en el clima. La lilapsofobia es el miedo a las tormentas severas, mientras que la astrafobia es el temor a los eventos climáticos más frecuentes como el trueno y el rayo.

Muchas personas con anemophobia basadas en otra fobia climática no temen al viento en sí, sino a la posibilidad de que signifique una próxima tormenta. El miedo a los tornados es extremadamente común entre las personas que sufren tanto de anemophobia como de otra fobia relacionada con el clima.

Pérdida de identidad

Algunas personas con anemophobia se preocupan de que un viento fuerte sople objetos de valor financiero o sentimental. Algunos están preocupados de que un viento particularmente racheado desgarre su hogar. Este tipo de anemophobia a menudo tiene sus raíces en el miedo a perder identidad personal, y puede ser más común en aquellos que han sobrevivido a un tornado, un huracán o algún otro desastre climático severo.

Pérdida de control

Al igual que el miedo a perder la identidad personal, el miedo a perder el control suele ser el núcleo de las fobias relacionadas con el aire. Como todos los fenómenos meteorológicos, el viento está fuera de nuestro control. Aquellos que temen perder el control de sus vidas y el entorno pueden estar en mayor riesgo de fobias relacionadas con el aire.

Fobias médicas

Los fuertes vientos pueden hacer que los artículos sueltos soplen, arrancan las ramas de los árboles e incluso causan daños estructurales. Aquellos que temen ser lesionados pueden preocuparse de que estén en el camino de la destrucción. Algunas personas, especialmente los niños, también pueden tener miedo de que los recoja o los derribe una ráfaga particularmente fuerte.

Las fobias médicas también pueden estar en el corazón del temor a los borradores. Aunque ahora sabemos que las enfermedades son causadas por bacterias o virus, la sabiduría convencional ha sostenido durante mucho tiempo que las habitaciones con corrientes de aire pueden enfermar a las personas. El miedo puede aumentar en aquellos que sufren de criogenia o miedo al frío. Del mismo modo, aquellos que tienen miedo de tragar aire pueden preocuparse de que el exceso de gas en el estómago sea un signo de enfermedad.

Anemophobia en niños

Al igual que muchas fobias, la anemophobia es relativamente común en los niños pequeños. Los niños no siempre son capaces de entender el mundo que los rodea, y los eventos infrecuentes pueden ser sorprendentes o intensamente atemorizantes. En consecuencia, las fobias generalmente no se diagnostican en los niños a menos que persistan durante al menos seis meses.

Si su hijo tiene un leve temor al viento, intente concentrarse en las actividades de juego que aprovechan el viento de manera positiva. Vuele cometas y experimente con veleros reales o de juguete. Ve afuera y habla de lo divertido que es dejar que el viento te pase por el pelo. Por supuesto, si el temor de su hijo es especialmente severo o duradero, busque la guía de un profesional capacitado en salud mental.

En niños mayores y adultos, el miedo al viento es mucho menos común. Considere buscar asistencia profesional con cualquier temor que le cause limitar sus actividades diarias.

Fuente:

Asociación Americana de Psiquiatría. (1994). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (4ª Ed.) . Washington, DC: Autor.