Síndrome de puerta giratoria con fobias

En salud mental, el síndrome de puerta giratoria se refiere a la tendencia de los clientes a mejorar por un tiempo, y luego terminan recayendo. A menudo se aplica a personas con trastornos graves, como la esquizofrenia, pero cualquier persona con una condición de salud mental podría estar en riesgo.

Hay docenas de posibles factores que contribuyen, desde el enfoque actual en tres sesiones o menos terapia breve a la tendencia a tratar con medicamentos psicotrópicos en lugar de la hospitalización.

Para muchos clientes, sin embargo, los trastornos de salud mental tienden a ser cíclicos. Esto puede ser particularmente cierto para las personas con trastornos de ansiedad, incluidas las fobias.

Los investigadores no están seguros de qué causa las fobias. Sin embargo, comúnmente se cree que ciertos factores pueden aumentar la probabilidad de que se desarrolle una fobia .

Ciclos de fobia

Las fobias son extremadamente personalizadas, que varían drásticamente de un paciente a otro. Por lo tanto, lo que otra persona experimenta puede no ser cierto para usted. No obstante, hay cierta evidencia de que los trastornos de ansiedad van y vienen. Algunas personas encuentran que sus fobias empeoran cuando están bajo una gran tensión general. Curiosamente, algunas personas experimentan lo opuesto. Sus fobias empeoran cuando la vida se nivela y no hay otras crisis para llamar su atención. En las mujeres, los trastornos de ansiedad pueden empeorar durante ciertas fases del ciclo menstrual.

Síntomas comunes de fobias

Las fobias se pueden dividir en tres tipos: fobia específica , fobia social y agorafobia .

Aunque los síntomas de cada tipo variarán, hay algunos síntomas comunes a todas las fobias. Éstas incluyen:

Miedo a mejorar

El temor a mejorar puede ser el corazón de algunos casos de síndrome de puerta giratoria. Si tienes una fobia de larga duración, puede ser todo lo que sabes. Una descarga de adrenalina es poderosa, y algunas personas realmente disfrutan de sus efectos. Aunque una fobia no se siente bien, puede estar enganchado al ciclo de la adrenalina y sus secuelas. También puede preguntarse cómo sería su vida sin el miedo.

Para vencer al síndrome de la puerta giratoria, debe comprometerse firmemente con el bienestar. Reconozca que el camino es difícil y que puede experimentar retrocesos. Trabaje con su terapeuta para desarrollar un plan de tratamiento que funcione para usted, y nunca dude en hablar de posibles cambios si siente que el tratamiento ya no funciona. La recuperación nunca es fácil, pero vale la pena la posibilidad de vivir sin miedo.