Los cambios físicos permanentes pueden causar problemas en la edad adulta
Los estudios han demostrado una y otra vez que el abuso y la negligencia de la niñez resultan en cambios permanentes en el cerebro humano en desarrollo. Estos cambios en la estructura del cerebro parecen ser lo suficientemente significativos como para causar potencialmente problemas psicológicos y emocionales en la edad adulta, como trastornos psicológicos y / o abuso de sustancias.
MRI
El Dr. Martin Teicher y sus colegas del McLean Hospital, Harvard Medical School y Northeastern University, utilizaron la tecnología de resonancia magnética (MRI) para identificar cambios medidos en la estructura del cerebro entre adultos jóvenes que habían experimentado abuso o negligencia infantil.
Hubo diferencias claras en nueve regiones del cerebro entre los que habían sufrido traumas infantiles y los que no.
Los cambios más evidentes fueron en las regiones del cerebro que ayudan a equilibrar las emociones y los impulsos, así como el pensamiento egocéntrico. Los resultados indican que las personas que han sufrido abuso o negligencia infantil corren un mayor riesgo de abuso de sustancias si continúan ese camino porque les resulta más difícil controlar sus impulsos y tomar decisiones racionales debido a los cambios físicos reales en el desarrollo de su cerebro.
El estudio fue un paso más allá y descubrió que de los participantes que habían experimentado tres o más tipos de abuso (sexual, físico, verbal, negligencia), el 53% había sufrido depresión mayor en algún momento de sus vidas y el 40% había tenido trastorno de estrés traumático (TEPT).
Estructura del cerebro
Hay muchos efectos negativos del abuso y negligencia infantil sobre cómo se desarrolla el cerebro.
Algunos de estos efectos potenciales son:
- Una disminución en el tamaño del hipocampo , que es importante en el aprendizaje y la memoria
- Una disminución en el tamaño del cuerpo calloso, que funciona para la emoción, los impulsos y la excitación, así como la comunicación entre los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo
- Una disminución en el tamaño del cerebelo , que puede afectar las habilidades motoras y la coordinación
- Una disminución en el volumen de la corteza prefrontal, que afecta el comportamiento, el equilibrio de las emociones y la percepción
- Demasiada actividad en la amígdala, que es responsable de procesar las emociones y determinar las reacciones ante situaciones potencialmente estresantes o peligrosas.
- Niveles de cortisol que son demasiado altos o demasiado bajos, lo que tiene efectos negativos
Comportamiento, Emociones y Función Social
Debido a que el abuso, la negligencia y el trauma infantil cambian la estructura del cerebro y la función química, el maltrato también puede afectar la forma en que los niños se comportan, regulan las emociones y funcionan socialmente. Estos efectos potenciales incluyen:
- Sentirse temeroso la mayoría o todo el tiempo
- Estar constantemente en alerta e incapaz de relajarse, sin importar la situación
- Una tendencia a desarrollar depresión o un trastorno de ansiedad
- Déficit de aprendizaje
- No alcanzar los hitos del desarrollo de manera oportuna
- Una capacidad debilitada para procesar comentarios positivos
- Encontrar situaciones sociales más desafiantes
Otros factores de maltrato
Cómo el abuso o negligencia infantil afecta a un adulto depende también de la frecuencia con que ocurrió el abuso; qué edad tenía el niño durante el abuso; quien fue el abusador; si el niño tenía o no un adulto confiable y amoroso en su vida también; cuánto duró el abuso; si hubo alguna intervención en el abuso; el tipo y la severidad del abuso; y otros factores individuales.
Fuentes:
Teicher, MH; Anderson, CM; Ohashi, K. y col. "Maltrato infantil: alteración de la centralidad de red de cingulado, precúneo, polo temporal e ínsula". Psiquiatría biológica . 76 (4): 297-305, 2014.
Szalavitz, Maia, "Cómo el abuso infantil ensalza el cerebro para futuras enfermedades mentales". Tiempo (2012).
"Comprender los efectos del maltrato en el desarrollo del cerebro". Child Welfare Information Gateway, Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (2015).