Depresión y tu dieta

Las deficiencias de vitamina B y otros nutrientes pueden desempeñar un papel en la depresión

Si tiene depresión crónica, es posible que más de un factor esté causando sus síntomas (estado de ánimo bajo, letargo, desinterés por las cosas que normalmente le gusta hacer, etc.). Una de estas es una posible deficiencia en uno o más nutrientes esenciales. Esto podría ser una gran noticia, ya que junto con los medicamentos, la terapia y cualquier otro tratamiento que su médico le recete, hacer cambios simples en su dieta puede ayudarlo a sentirse mejor.

Solo un profesional médico puede determinar si tiene una deficiencia nutricional, por lo que antes de llenar su refrigerador con alimentos nuevos o abastecerse de suplementos, obtenga un diagnóstico oficial. Tenga en cuenta también que el cuerpo se beneficia más de las vitaminas y minerales que provienen de los alimentos en lugar de las píldoras. De hecho, incluso si no tiene un nivel bajo de ningún nutriente en particular, comer una dieta balanceada en general, una compuesta de alimentos frescos en lugar de alimentos procesados, lo ayudará a sentirse mejor en general.

Vitaminas B-Complejo

Las vitaminas B son esenciales para el bienestar mental y emocional. Son solubles en agua, lo que significa que no se pueden almacenar en el cuerpo, por lo que debe consumirlos a diario. Las vitaminas B pueden agotarse con el alcohol, los azúcares refinados, la nicotina y la cafeína. Los excesos de cualquiera de estos pueden jugar un papel en una deficiencia de vitamina B. Así es como cada una de las vitaminas B puede

Vitamina C

Cuando muy poca vitamina C juega un papel en los síntomas de la depresión, los suplementos ciertamente pueden ayudar, especialmente si ha tenido una cirugía o una enfermedad inflamatoria. El estrés, el embarazo y la lactancia aumentan la necesidad del cuerpo de vitamina C, mientras que la aspirina, la tetraciclina y las píldoras anticonceptivas pueden agotar el suministro del organismo.

Minerales

Las deficiencias en varios minerales se han asociado con síntomas depresivos y problemas físicos. Entre ellos se encuentran el magnesio, el calcio, el zinc, el hierro, el manganeso y el potasio. Un nutricionista o dietista puede determinar si tiene pocos minerales y sugerir formas de incluirlos en su dieta.