Una guía para la relación entre la marihuana y el trastorno de ansiedad

Puede proporcionar beneficios a corto plazo, pero hay mejores soluciones a largo plazo

Si tiene un trastorno de ansiedad generalizada (TAG), probablemente haya intentado una variedad de cosas para controlar sus síntomas y sentirse mejor. A medida que más estados legalizan la marihuana, tanto medicinal como recreativamente, cada vez más personas recurren al cannabis con la esperanza de controlar su ansiedad.

Automedicarse con marihuana

Cada vez que usa una sustancia para hacer frente a algún tipo de síntoma, se la conoce como "automedicación". A menudo, la automedicación produce un alivio inmediato de los síntomas incómodos, lo que refuerza su uso.

La lógica es simple: "La sustancia X me hace sentir mejor cuando estoy ansioso, así que la usaré de nuevo siempre que los riesgos y las consecuencias no sean demasiado grandes".

La marihuana puede crear una experiencia calmante que alivia temporalmente los síntomas de ansiedad en algunas personas. Sin embargo, automedicarse no es una forma ideal de controlar su ansiedad. El problema central con el uso de la marihuana como una herramienta de afrontamiento de la ansiedad es que puede crear una dependencia psicológica de la sustancia. Dado que los efectos de la droga son de acción rápida, las estrategias de afrontamiento más sofisticadas pueden parecer menos útiles al principio.

Además, el uso prolongado de marihuana puede causar pérdida de memoria. También puede tener consecuencias negativas en el sistema de motivación del cerebro.

Reacciones físicas y psicológicas a la marihuana

La marihuana puede afectar su cuerpo de muchas maneras más allá de solo elevarlo. La alta sensación que puede experimentar después de fumar o ingerir marihuana se debe al THC, que le da a la marihuana sus efectos psicoactivos.

El THC también puede elevar su frecuencia cardíaca, lo cual, si tiene ansiedad, puede hacer que se sienta aún más ansioso. En algunos casos, la marihuana también puede inducir hipotensión ortostática, que puede causar síntomas similares a un ataque de pánico, como mareos, náuseas, sensación de desmayo, confusión y visión borrosa. Usar demasiada marihuana también puede hacer que te sientas paranoico.

El uso frecuente de marihuana también puede provocar el síndrome de hiperemesis de cannabis (CHS), que puede causar síntomas como dolor abdominal, náuseas y vómitos. Aquellos con CHS, dicen que sus síntomas a menudo se reducen al bañarse; sin embargo, la única forma de tratar el síndrome es abstenerse de consumir marihuana.

Formas de controlar la ansiedad más allá de la marihuana

Escoger estrategias de afrontamiento más proactivas, que se pueden aprender mediante el asesoramiento, libros de autoayuda y sitios web educativos, puede crear un cambio duradero sin los componentes negativos del uso prolongado de marihuana. La terapia cognitiva conductual (TCC) y otras formas de terapia también pueden ayudar a determinar la causa subyacente de su ansiedad.

Los medicamentos recetados también son preferibles a la marihuana, ya que los riesgos a largo plazo son mucho más mínimos que el consumo de marihuana. Algunos medicamentos contra la ansiedad se toman a diario, mientras que otros se toman episódicamente, durante períodos de ansiedad extrema o un ataque de pánico. Un psiquiatra o su médico de atención primaria podrá prescribirle un medicamento contra la ansiedad, en caso de que lo necesite. Los psicólogos y los trabajadores sociales, si bien son beneficiosos para los servicios de asesoramiento y terapia, no pueden recetar medicamentos.

Si tiene ansiedad, trabajar con un terapeuta o un psiquiatra para controlar su afección, así como cualquier síntoma que pueda experimentar, le ayudará a manejar mejor su afección a largo plazo.