Rumia y cómo puedes evitarlo

La palabra rumia se refiere literalmente a la forma en que ciertos animales (como las vacas) comen, almacenando sus alimentos parcialmente digeridos en un estómago especial llamado rumen , para volver a subir más tarde y masticar más a fondo. Sin embargo, cuando hablamos de la rumia en el contexto de los humanos, estamos hablando de la compulsión de reflexionar repetidamente sobre los eventos del pasado.

Cómo se relaciona la rumiación con la depresión

Desafortunadamente, aunque la rumiación ayuda a una vaca a digerir sus alimentos más a fondo, no nos ayuda a digerir nuestros pensamientos más a fondo. En cambio, el constante refrito de nuestros recuerdos sirve para alimentar y prolongar nuestra depresión.

De hecho, la rumia puede contribuir a la depresión de diferentes maneras:

Cómo evitar la rumia

¿Qué puedes hacer para evitar caer en la trampa de la rumia? Las investigaciones indican que una forma de ayudarse a sí mismo es aprender maneras positivas de distraerse. Las distracciones positivas son actividades que contrarrestan nuestra tendencia a la depresión de retirarse y ser inactivos. Ejemplos de distracciones positivas incluyen actividades como socializar con amigos y salir a correr.

Paradójicamente, sin embargo, también existen ciertas estrategias, que implican hacer que el paciente vaya dentro de sí mismo para examinar sus pensamientos más de cerca, que también se han encontrado útiles.

El entrenamiento de la atención plena y los enfoques basados ​​en la aceptación, que enseñan a los pacientes a notar sus sentimientos y pensamientos sin atribuirles ningún juicio ni involucrarse demasiado en ellos, han demostrado ser útiles para prevenir la rumia.

La terapia cognitiva , que enseña a los pacientes a desafiar la validez de sus pensamientos negativos y reformular sus pensamientos de manera más positiva, también es bastante efectiva contra la rumia y la depresión.

Además, las terapias de resolución de problemas interpersonales y sociales pueden ser útiles. La rumia puede ser la causa y el resultado de los conflictos interpersonales, por lo que mejorar las habilidades sociales de una persona y su capacidad para enfrentar los problemas de relación puede ayudarlo a evitar caer en este ciclo.

Fuente:

Nolen-Hoeksema, Susan, Blair E. Wiseo y Sonja Lyubomirsky. "Repensando la rumia". Perspectives on Psychological Science 3.5 (2008) 400-421.