¿Puede Spanking mejorar los comportamientos de TDAH?

El TDAH es un trastorno que incluye impulsividad, es decir, dificultad para limitar los propios comportamientos. Como resultado, una de las habilidades más importantes que su hijo necesita es la autodisciplina. La autodisciplina, por supuesto, aumenta a medida que una persona madura, pero puede enseñarse a través del modelado y la práctica. ¿Puede una nalgudo ayudar a enseñar autodisciplina?

El problema con las nalgadas como una forma de disciplina para niños con TDAH

Nalgadas no es una estrategia de crianza muy efectiva para cualquier niño.

Puede detener el comportamiento en ese momento, pero no enseña nuevas habilidades o comportamientos de reemplazo apropiados para los niños. Nalgadas también modela el comportamiento agresivo como una solución y puede llevar al deterioro en la relación padre-hijo. En la mayoría de los casos, tampoco detiene el comportamiento problemático a largo plazo, especialmente para un niño con TDAH que tiende a vivir el momento y tiene dificultades para relacionar los comportamientos con las consecuencias .

¿Pueden ser útiles las consecuencias negativas distintas de las nalgadas?

Las consecuencias negativas ciertamente tienen su lugar en la crianza de niños con TDAH. La forma más efectiva de usar estas consecuencias, sin embargo, es de una manera calmada y consistente y de una manera que ayude a su hijo a aprender formas de cambiar el comportamiento inapropiado.

Las nalgadas son efectivas para lograr que el niño cumpla de inmediato en el corto plazo, pero no promueve conductas positivas y adaptativas a largo plazo.

Se ha demostrado que las consecuencias como la eliminación de privilegios, la pérdida de actividad especial y el uso del tiempo de espera son más efectivas.

Para un niño con TDAH que tiene dificultades con la autorregulación, un enfoque proactivo de la disciplina es más efectivo. Este enfoque incluye un entorno estructurado y predecible, una retroalimentación inmediata y frecuente, la configuración y la recompensa del comportamiento apropiado , y el uso de incentivos antes que las consecuencias.

Cómo evitar el uso de azotes como una consecuencia

Los niños con TDAH pueden ser muy exasperantes: son muy activos, no parecen aprender de los errores, necesitan monitoreo y redirección frecuentes, son impulsivos, reactivos, exigentes y temperamentales, o tienen tendencias agresivas o destructivas. Esto puede evocar una amplia gama de sentimientos y frustrar incluso al más paciente de los padres. En algunos casos, los padres pueden recurrir a las nalgadas como un último esfuerzo, especialmente cuando sienten una falta de poder o control sobre cómo manejar los comportamientos.

Si se encuentra en esta situación, puede ayudar a mantener una perspectiva de discapacidad al comprender que su hijo tiene necesidades especiales. También puede ser útil recordar una y otra vez que no se debe personalizar el comportamiento de su hijo. Planee con anticipación cómo lidiará con las situaciones difíciles, y cuando ocurran esos incidentes, respire profundamente, o tres o cuatro, antes de responderle a su hijo. Este retraso a menudo puede ayudarlo a pensar y responder con una técnica de crianza más efectiva que un azote.

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