Cuando los niños sufren depresión después de la muerte de un padre

Distinga la tristeza de la depresión con estos consejos

Es posible que le preocupe la reacción de sus hijos a la muerte de uno de los padres y la posibilidad de que su dolor lo lleve a la depresión. Si bien no hay manera de predecir cómo reaccionará su hijo, o cómo esta pérdida lo afectará, algunas circunstancias pueden aumentar la probabilidad de que un niño experimente depresión después de que un padre muere.

Los padres que sobreviven y los miembros de la familia pueden tomar medidas para garantizar que su hijo reciba el apoyo o el tratamiento que necesita para sanar.

Ayudarse a sí mismo ayuda a su hijo

La forma en que usted y otros cuidadores reaccionen ante la muerte afectará la forma en que reacciona su hijo. Como padre o cuidador, tendrá que abordar su propia aflicción a través de apoyo externo o asesoramiento para el beneficio de toda la familia. Obtener el apoyo que necesita le mostrará a su hijo que la curación es importante.

Es probable que los padres y cuidadores que expresan y debaten sus sentimientos tengan hijos que hagan lo mismo, mientras que las familias que ocultan sus emociones quizás le estén enseñando a un niño a avergonzarse de sus sentimientos. Mantener los sentimientos dentro es un comportamiento común que se encuentra entre las personas deprimidas.

Dile a personas importantes en la vida de tu hijo

Los esfuerzos de curación colaborativos le proporcionarán a su hijo el apoyo y el amor extra que necesita durante este momento difícil. El pediatra, los maestros y los padres de sus hijos necesitan saber sobre la muerte de los padres. Llegar a aquellos que tienen contacto diario con su hijo aumentará el apoyo disponible.

Haga una cita con el pediatra de su hijo para hablar sobre cómo lo está haciendo.

Apoyando a su hijo

El duelo es un proceso normal y generalmente no requiere medicación o terapia. Sin embargo, inicialmente debe pasar más tiempo con su hijo y asegurarle que no se irá.

Hablar con su hijo en un nivel apropiado para su edad y alentar las preguntas brinda un ambiente de apoyo.

Explicar qué esperar en el funeral y permitir que su hijo decida si quiere asistir puede aliviar algo de su ansiedad.

Factores que pueden contribuir a la depresión

Si bien la pérdida de un padre o cuidador es traumática para cualquier niño, la probabilidad de que esto se convierta en depresión depende de cuatro factores, según un informe publicado en el Journal of American Psychiatry .

Los investigadores encontraron que los niños cuyos padres murieron por suicidio o un accidente tenían un mayor riesgo de depresión que los niños cuyos padres murieron después de desarrollar una enfermedad repentina y natural. Además, encontraron que los niños en las siguientes situaciones tenían más probabilidades de experimentar depresión dentro de los dos años posteriores a la pérdida en comparación con sus pares:

Si bien estos hallazgos sugieren que ciertas circunstancias que rodean la muerte de un padre pueden aumentar la probabilidad de depresión en algunos niños, es importante comprender que no todos los niños en estas circunstancias se deprimirán como resultado.

Cuando es más que tristeza

Es normal que un niño se sienta triste o asustado cuando un padre muere. Pero si su tristeza o miedo continúa por un período de tiempo prolongado, empeora o interfiere significativamente con su funcionamiento, es importante consultar al médico de su hijo para su evaluación.

Busque atención inmediata si su hijo tiene pensamientos de suicidio o autolesión.

La identificación temprana y el tratamiento de la depresión en los niños son importantes, ya que existe la posibilidad de consecuencias a corto y largo plazo, como baja autoestima, abuso de sustancias y pensamientos y conductas suicidas.

Los niños que están deprimidos pueden sentirse desesperanzados, culpables, enojados o incomprendidos; tener cambios en los hábitos de sueño y apetito; retirarse de la familia, amigos y pasatiempos que solían disfrutar; muestran una caída significativa en el rendimiento escolar; evitar actividades escolares o sociales; tiene quejas físicas vagas e inexplicables, como dolor de cabeza o dolor de estómago; y tiene dificultad para concentrarse y tomar decisiones.

No puede evitar la pérdida de su hijo, pero puede ayudarla en este momento difícil permitiéndole que se aflija y creando un entorno seguro y amoroso. Parte de ese apoyo es reconocer cuándo su hijo se deprimió y buscar tratamiento para ayudarla a sanar.

Fuentes:

Asociación Americana de Psiquiatría. Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 4ta Edición, Revisión del Texto. Washington, DC: Asociación Americana de Psiquiatría; 2000.

Brent, D., Melhem, D., Bertille, MB, Donohoe, D., Walker, M. "La incidencia y el curso de la depresión en jóvenes en duelo 21 meses después de la pérdida de un padre por suicidio, accidente o muerte natural súbita " American Journal of Psychiatry, julio de 2009 166 (7): 786-794.

La reacción de un niño a la muerte. Academia Americana de Pediatría. http://www.healthychildren.org/English/healthy-living/emotional-wellness/pages/A-Childs-Reaction-to-Death.aspx?nfstatus=401&nfstatus=401&nftoken

Los sentimientos también necesitan verificación. Academia Americana de Pediatría.

¿Cómo experimentan los niños y adolescentes la depresión? Instituto Nacional de Salud Mental. http://www.nimh.nih.gov/health/publications/depression-in-children-and-adolescents/index.shtml