Comprender el miedo al aislamiento
La fiebre de la cabina es un término popular para una reacción relativamente común a estar aislado en un edificio durante un período de tiempo. Algunos expertos creen que la fiebre de la cabina es una especie de síndrome, mientras que otros creen que está relacionada con trastornos como el trastorno afectivo estacional y la claustrofobia . La fiebre de la cabaña está en última instancia enraizada en el aislamiento intenso, que puede alcanzar el nivel de una fobia específica.
Síntomas de la fiebre de la cabina
No todas las personas que padecen fiebre de cabina experimentarán exactamente los mismos síntomas, pero muchas personas informan que se sienten intensamente irritables o inquietas. Otros efectos comúnmente experimentados son:
- Inquietud
- Letargo
- Tristeza o depresión
- Problemas para concentrarse
- Falta de paciencia
- Los antojos de alimentos
- Disminución de la motivación
- Aislamiento social
- Dificultad para despertarse
- Siesta frecuente
- Desesperación
- Cambios de peso
- Incapacidad para sobrellevar el estrés
Tenga en cuenta que estos síntomas también pueden ser indicativos de una amplia gama de otros trastornos, y solo un profesional capacitado en salud mental puede hacer un diagnóstico preciso. Además, no todos los que temen estar encerrados en sus casas durante el invierno tienen fiebre de cabina. Solo cuando alguien muestra varios de los síntomas mencionados anteriormente es más probable que tenga una fobia.
Hacer frente a la fiebre de la cabina
Al igual que cualquier condición de salud mental, la fiebre de la cabina se trata mejor con la ayuda de un terapeuta u otro profesional de la salud mental capacitado.
Sin embargo, si sus síntomas son relativamente leves, tomar medidas activas para combatir sus sentimientos puede ser suficiente para ayudarlo a sentirse mejor.
- Salga de la casa : si está confinado a su hogar, esto no siempre es posible. Pero si puede salir, incluso por un corto tiempo, aproveche esa oportunidad. La exposición a la luz del día puede ayudar a regular los ciclos naturales del cuerpo, y el ejercicio libera endorfinas , creando un efecto natural. Incluso un paseo rápido puede ayudarlo a sentirse mejor rápidamente. Si no puede salir de la casa, acérquese a una ventana y comience a moverse.
- Mantenga los patrones de alimentación normales : para muchos de nosotros, un día atrapado en casa es una excusa para consumir excesivamente comida chatarra. Otros omiten las comidas por completo. Sin embargo, comer bien puede aumentar nuestros niveles de energía y motivación. Puede sentir menos hambre si está haciendo menos ejercicio, pero controle sus hábitos alimenticios para asegurarse de mantener el equilibrio adecuado de nutrición. Limite los bocaditos con alto contenido de azúcar y alto contenido graso y beba mucha agua.
- Establezca metas : cuando está atrapado en la casa, es más probable que pase el tiempo sin hacer nada importante. Establezca metas diarias y semanales, y rastree su progreso hacia la finalización. Asegúrese de que sus objetivos sean razonables y recompénsese a usted mismo por cumplir cada objetivo.
- Usa tu cerebro : aunque la televisión es una distracción, también es relativamente insensata. Trabaja crucigramas, lee libros o juega juegos de mesa. Estimular tu mente puede ayudarte a avanzar y reducir los sentimientos de aislamiento e impotencia.
Trastorno afectivo estacional
El trastorno afectivo estacional , o SAD, se relaciona comúnmente con fiebre de cabina. Sin embargo, los dos trastornos no son intercambiables. La diferencia clave es que la fiebre de cabina se asocia específicamente con el aislamiento, mientras que el SAD ocurre durante los meses de invierno incluso en personas que pasan poco tiempo en casa.
Las dos condiciones pueden ocurrir simultáneamente, y decidir con precisión qué factores están en acción puede ser un desafío.
Fuentes:
Asociación Americana de Psiquiatría. (1994). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (4ª Ed.) . Washington, DC: Autor.
Trastorno afectivo estacional. Pubmed Health. 11 de febrero de 2012. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmedhealth/PMH0002499/.