Para aquellos que están sufriendo una pérdida, las vacaciones pueden ser un momento particularmente difícil. Reunirse con amigos y familiares solo hace más hincapié en la ausencia de su ser querido fallecido. Sin embargo, hay algunas cosas que puede hacer para ayudarlos en este momento difícil.
Comprender el dolor
El primer paso para consolar a un ser querido es comprender por lo que están pasando.
El duelo es un proceso formado por cinco etapas distintas. Estas etapas pueden ocurrir antes o después de que haya ocurrido la muerte y se aplicarán tanto a la persona que está muriendo como a quienes la aman. Todas las personas son únicas en su proceso de duelo, pero este es el orden habitual:
- Negación y aislamiento: una persona en esta etapa habla sobre el futuro, evita hablar sobre la enfermedad, culpa al médico por la enfermedad, afirma que los resultados de la prueba son incorrectos y puede evitar a familiares y amigos que desean hablar sobre estos asuntos.
- Enojo: esta etapa generalmente ocurre cuando la persona acepta el hecho de que ellos o un ser amado están muriendo. Esta persona comienza a preguntar "¿Por qué a mí?". Pueden cuestionar creencias religiosas. Pueden acusar a los miembros de la familia o amigos de actitudes indiferentes.
- Negociación: en esta etapa, una persona ha desahogado todo su enojo y ahora intenta llegar a un acuerdo con Dios que si cambian sus vidas o cumplen alguna otra promesa, se les permitirá vivir o vivir lo suficiente para completar alguna tarea especial.
- Depresión: en esta etapa, la persona se da cuenta de que la muerte será inevitable. Si la persona ya ha muerto, es cuando la realidad de la muerte ha empezado a afectar a los seres queridos. Hay dos tipos de depresión que pueden ocurrir durante esta etapa. La depresión puede deberse al cambio de circunstancias (financiero, rol familiar, intimidad, independencia) o puede deberse a la pérdida misma. Esta etapa es lo que se conoce como Holiday Blues cuando ocurre alrededor de las vacaciones.
- Aceptación: para la persona que está muriendo, esto se exhibirá como una disminución en el interés por los eventos mundanos, un deseo de quedarse solo, un deseo disminuido de comunicación y un aumento en el distanciamiento de los seres queridos. Para los sobrevivientes, este será un momento en que comience la curación.
Qué hacer
- Sea un buen oyente: es posible que su ser querido necesite hablar sobre lo que sucedió, sus sentimientos al respecto o simplemente para recordar sus vidas juntos.
- Proporcione tranquilidad: es muy común que una persona se sienta culpable, que podrían haber hecho más. Hágales saber que hicieron lo que pudieron.
- Estar disponible: esto es especialmente cierto inmediatamente después de la muerte y durante las vacaciones y otros eventos especiales cuando la pérdida se siente más profundamente.
- Ayuda con los recados y otras tareas: dependiendo de la situación, una persona afligida puede sentirse demasiado abrumada por la emoción como para hacer incluso tareas simples; pueden tener que lidiar con arreglos funerarios o atención médica; o pueden tener que tomar el relevo de un cónyuge que ya no está cerca para ayudarlos.
- Sea paciente: si un ser querido se niega a aceptar sus invitaciones a la cena, etc., tenga paciencia y siga preguntando. Con el tiempo estarán listos.
- Sé comprensivo: la persona afligida puede estar enojada y molesta y descargar su ira sobre ti. Comprenda que están atravesando un momento difícil y no lo retengan.
- Manténgase en contacto: escriba cartas, envíe tarjetas de condolencia o flores, o llame periódicamente.
- Ore: si su ser querido no es religioso o se siente ofendido por la oración, ore por ellos cuando esté solo. Se sabe que la oración tiene una poderosa influencia, ¡incluso si el objeto de sus oraciones no cree en ello!
Qué no hacer
- No los evite. No se preocupe si no sabe lo que debe hacer o decir. Su presencia o la más simple de los gestos es todo lo que se necesita para ayudar.
- No los presione para que dejen de lamentarse: cada persona se aflige en su propio tiempo y a su manera. Déjalos llorar, gritar o sentarse en silencio mientras los sostienes. Lo que sea necesario para sacar sus emociones está bien.
- No ocultes tus sentimientos: no ocultes tu dolor ni evites el tema porque no quieres molestarlo. En lugar de llorar juntos, abrazar y llorar, o hablar sobre los tiempos que pasaron con los seres queridos. Si no menciona a la persona en absoluto, de hecho puede sentir como si ni siquiera le importara o entendiera cómo se siente. Abra las líneas de comunicación.
- No les aconseje que se despojen de la ropa o los efectos personales antes de que estén listos. Cada persona se aflige a su propio tiempo. Estar fuera de la vista no se aplica a alguien a quien has amado profundamente.
- No diga "Puede tener otro bebé": cada niño es un ser único. Un bebé nunca puede reemplazar a otro.
- No diga "fue lo mejor": darse cuenta de esto no disminuye el dolor y la sensación de pérdida.
- No diga "Sé cómo se siente", a menos que realmente lo haga: estas son solo palabras huecas a menos que haya estado en la misma situación y pueda ofrecer sugerencias sobre lo que lo ayudó a sanar.