Cómo lidiar con un cónyuge mentalmente enfermo

La enfermedad mental es muy difícil en un matrimonio. El estrés a menudo puede alcanzar el nivel de crisis. También puede caer en un patrón donde la gestión de la enfermedad se convierte en un rol alrededor del cual se centra la relación. La enfermedad mental no tiene que destruir un matrimonio, incluso con el estrés y el enfoque que conlleva. A pesar de los desafíos obvios, hay formas de mantener una relación sana cuando su cónyuge tiene una enfermedad mental.

Muestre apoyo y simpatía a su cónyuge

Para una persona recién diagnosticada, esta noticia puede ser devastadora, embarazosa e incluso atemorizante. La incertidumbre y el estigma asociados con la enfermedad mental pueden hacer que los que la padecen se preocupen de que no los amen o deseen y que ya no quieran casarse con ellos. Es importante que su cónyuge sepa que usted está allí y que los ama "en la salud y la enfermedad". Esta tranquilidad contribuirá en gran medida a su determinación de obtener ayuda profesional y aprender las mejores formas de controlar la enfermedad. Por otro lado, una reacción negativa de usted puede potencialmente exacerbar los síntomas de la enfermedad mental y provocar sentimientos adicionales de desesperanza.

Edúcate tu mismo

Muchas personas no están informadas sobre enfermedades mentales o confían en información inexacta. Existe una gran cantidad de información errónea sobre las causas y las mejores opciones de tratamiento para diferentes trastornos de salud mental.

El mejor plan de acción es buscar profesionales psicológicos y médicos de alta calidad, ¡luego buscar literatura e información en línea sobre el diagnóstico particular solo de fuentes legítimas! Los sitios web en los que confíe deben tener buena reputación o ser recomendados por su psicoterapeuta o médico.

Algunos ejemplos son WebMD, Mayo Clinic y Medline Plus.

Los síntomas de una enfermedad mental pueden ser desalentadores y confusos. Es fácil pensar que su cónyuge es distante, vago, distraído, irritable o irracional. Algunos de estos "defectos de carácter" en realidad podrían ser síntomas de la enfermedad mental. El tratamiento eficaz que combina la terapia y la medicación es crucial. Los profesionales de la salud mental también pueden informarle sobre el papel que puede y debe desempeñar en el plan de tratamiento de su cónyuge.

Organizaciones como la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI), Depresión y Alianza de Apoyo Bipolar (DBSA), o Mental Health America (MHA) también son muy buenas fuentes de información práctica, recursos y apoyo.

No se convierta en su terapeuta o facilitador

Además de informarse sobre cómo ayudar a su cónyuge, no es su responsabilidad ser su terapeuta. Esto no funcionará a largo plazo para ninguno de ustedes ni para el resto de su familia. Esto es inapropiado incluso si usted es un profesional de la salud mental entrenado. Deje ir y deje que los profesionales que están fuera de su matrimonio hagan su trabajo con su cónyuge. Su función es brindar amor, apoyo y simpatía a su pareja durante sus esfuerzos de recuperación.

Además, las personas con enfermedades mentales siguen siendo responsables de tomar las medidas necesarias para controlar su enfermedad, de modo que puedan ser sanas y productivas como parejas y en otras áreas de la vida.

No debe convertirse en su "muleta" o su habilitador. Deben asumir cierta responsabilidad (tanto como sea posible, dadas sus circunstancias individuales) por su propio plan de tratamiento y bienestar, y por cómo su enfermedad los afectará a usted y a los demás.

Busque consejería individual y de parejas

La terapia puede ayudarlo a procesar sus sentimientos de una manera saludable, tanto para su propio afrontamiento como para comunicarse con su pareja. El asesoramiento es un recurso fantástico para ayudar a obtener perspectiva, orientación y equilibrio en una situación que, de otro modo, podría salirse de control rápidamente. Como cónyuge de alguien con una condición de salud mental, no es raro experimentar una gama de emociones aterradoras que crees que no deberías tener ... sentimientos como odio, frustración o enojo.

El agotamiento emocional no es inusual. Tales emociones dolorosas se pueden explorar de una manera productiva con el asesoramiento adecuado. Las parejas también pueden aprender a establecer expectativas y límites saludables. El asesoramiento de pareja también puede ayudar a evitar que caiga en una dinámica poco saludable. Por ejemplo, el compañero "sano" corre el riesgo de culpar de enfermedad mental a todo lo que sale mal en la relación. Esto no es productivo para ninguno de ustedes.

Practica el autocuidado regularmente

El cuidado personal no es egoísta, sino una necesidad si tiene un cónyuge con problemas de salud mental. Si no te enfocas en tu propia salud, estás en riesgo de ser absorbido por el vórtice de la enfermedad mental, poniendo en riesgo tu matrimonio. Regrese a lo básico: duerma lo suficiente, haga actividad física regularmente, coma bien, pase tiempo con amigos o seres queridos y participe en actividades o pasatiempos que disfrute. Tenga mucho cuidado de llegar al punto en que experimente "fatiga del cuidador" o se queme. Este es un escenario común cuando se trata de un compañero enfermo o discapacitado. Es fundamental cuidar tu propia salud.

La vida puede arrojar grandes desafíos en su matrimonio si a su cónyuge se le diagnostica una enfermedad mental. Pregúntate si estás respondiendo bien a este nuevo escenario y a otros desafíos en tu vida. ¿Estás aumentando de una manera que te hace sentir orgulloso o estás evitando hacer tu parte para ayudar a tu cónyuge, a tu familia, a tu matrimonio ya ti mismo? Las parejas exitosas no permiten que la enfermedad mental destruya su matrimonio, sino que consideran que esta circunstancia es un desafío que debe ser manejado y superado. Ambos socios deben ser responsables de sí mismos y tener una respuesta y reacción saludables ante situaciones inesperadas o problemáticas para prosperar. Ambos pueden hacer ajustes para que la nueva realidad del matrimonio se convierta en una situación manejable y feliz.