Depresión endógena y exógena

La traducción literal del latín de la palabra endógeno es "desde dentro". En un momento dado, los psiquiatras y los investigadores utilizaron los términos endógeno y exógeno , lo que significa "desde fuera" para diferenciar si la depresión proviene de causas internas, como causas biológicas y / o genéticas, o externas, como eventos estresantes o traumáticos.

Esta distinción se hizo porque se creía que marcaría una diferencia en los tipos de tratamientos que deberían aplicarse.

Cómo difieren la depresión endógena y exógena

Si bien existe una considerable superposición en la forma en que se han caracterizado estos tipos de síntomas, la depresión endógena es un tipo de depresión que aparentemente ocurre sin ningún motivo. Parece ser químico y / o genético. A menudo también se acompaña de sentimientos de culpa, inutilidad e incapacidad para disfrutar cosas normalmente placenteras.

La depresión exógena o reactiva, por otro lado, generalmente se desencadena por algún tipo de factor estresante externo, como la pérdida de un ser querido, el divorcio, la pérdida de un empleo o dificultades en la relación. Mientras que en la depresión endógena el mundo puede parecer un lugar oscuro y triste debido a ti, tú mismo, eres oscuro y triste por dentro, en la depresión exógena, el mundo parece oscuro y triste por lo que está pasando en tu vida.

Además, la depresión exógena tiende a caracterizarse por la falta de ciertos síntomas físicos, como problemas con el sueño y el apetito.

Ya sea que la depresión sea endógena o exógena, casi siempre es desencadenada por algún factor estresante de la vida. Esto significa que si una persona tiene predisposición genética y / o bioquímica a tener depresión, un estresante vital importante puede llevar esa tendencia a la existencia.

Tratamientos de depresión endógena

Al contrario de lo que se creía, no hay necesidad de tratar la depresión endógena de manera diferente a la depresión exógena. Ambos tipos crean el mismo desequilibrio bioquímico dentro del cerebro y responden al mismo tipo de tratamientos.

La primera línea de tratamiento para cualquier tipo es generalmente la administración de un medicamento antidepresivo. La primera opción es un medicamento de una clase de antidepresivos llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), debido a que tienden a ser bastante efectivos y bien tolerados. Además, se recomendará la psicoterapia para muchos pacientes.

En casos de depresión suicida más severa, la terapia electroconvulsiva (TEC) puede provocar un alivio rápido de la depresión. Los medicamentos antipsicóticos también pueden ser necesarios en ciertos casos.

¿Realmente importan las diferencias entre los dos tipos de depresión?

En cuanto a cómo se trata actualmente la depresión, no parece marcar la diferencia qué tipo de depresión tiene una persona. Los estudios realizados en los años ochenta y noventa no fueron capaces de establecer ningún tipo de vínculo entre el tipo de depresión que manifestaba una persona y qué tan bien los antidepresivos aliviaron sus síntomas.

Sin embargo, las ideas pueden cambiar en el futuro. Un estudio de 2012 encontró que hay evidencia de diferentes vías en el cerebro que son responsables de estos dos tipos de depresión. Si bien los resultados aún son muy preliminares, podría significar que estos dos tipos de depresión podrían ser atacados de diferentes maneras en el futuro.

Fuentes:

Andrus, BM et. Alabama. "Patrones de expresión génica en el hipocampo y la amígdala de la depresión endógena y modelos de estrés crónico". Psiquiatría molecular. 17.1 (2012): 49-61.

Benjamen, Marina. "Depresión: Abajo pero no fuera". Psych Central. 2006. Psych Central.